Arte actual.

El último trabajo mandado en clase fue uno libre relacionado con el arte actual.

¿Y qué hay más actual que una performance?

Un grupo de clase nos unimos para realizar una en favor de los derechos de los estudiantes.

El trabajo en sí consistió en que los integrantes de este grupo entráramos al aula en silencio y lentamente. Todos íbamos vestidos de negro, con las caras tapadas y con nuestro usuario de la universidad en la espalda junto a una palabra. Estas palabras junto al resto del vestuario muestran que, en el sistema educativo actual, los alumnos no somos más que un número más. Todos somos iguales a los ojos del sistema: una nota, un expediente.

Mientras entramos, nos sentamos sobre las mesas, de espaldas al profesor. Todos excepto uno, que se mantuvo de pie y, con una música lenta y suave, leyó un documento que recogía los derechos de los estudiantes.

Y así, nos mantuvimos en silencio hasta que terminaron de leer el documento; momento en el que nos levantamos y salimos del aula.